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.Castillo de Hades
Antiguo castillo Heinsten
El Castillo Heinstein era el nombre original del castillo de Hades y la familia de Pandora. Es un inmenso palacio localizado en Turingia (Alemania) y perteneciente al antiguo clan de los Heinstein, familia en la cual siempre renacen Pandora y el alma de Hades. Es comúnmente usado como base de los espectros en el mundo de los vivos después del despertar de su señor.
Está ubicado en la cima de una gran colina, punto de contacto entre los vivos y los muertos. Situado en lo más alto, el castillo tiene sus torres esparcidas por los picos de diversas montañas.
En el interior del Castillo de Hades existen dos entradas al Inframundo: Una es la escalera de caracol, escalinata tras las puertas del salón de Pandora que al parecer es el conector principal y formal entre el castillo y el Inframundo. Otra es un foso en un lugar desconocido del castillo que conecta directamente al mundo de los muertos.
Edited by CatSnake - 30/3/2021, 14:40. -
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Los humanos están acostumbrados a vivir con la decepción y la desesperanza, después de todo mantienen ideales y anhelos con los que van forjando cada uno de los días que componen su vida. Ellos le intentan dar sentido a su patética y miserable existencia con pensamientos sobre un futuro prometedor, y sentimientos entre los suyos que alimentan dicho placer y sufrimiento; sin embargo los Dioses, sin embargo algunas deidades como yo, consideran estúpida e innecesaria su permanencia en un mundo que pudren cada minuto, un mundo que amenaza con explotar ante su incompetencia, y no entiendo cómo Zeus puede defenderlos, cómo Athena puede estar incluso dispuesta a sangrar, llorar y sufrir por ellos. ¿Cómo puede convertirse en mortal para entender su padecimiento? Rebajarse a tal acto es casi tan patético como Poseidón con sus vasijas. Las he visto a todas y cada una de ellas caminar por el sendero de la muerte, sentir sus pasos por el inframundo mientras Thanos le arrebata el último hálito de existencia, y como el cuerpo se convierte en cenizas y el alma en parte de mí, y de mi creación.
Poseidón y Zeus tan traidores como siempre deben estar burlándose y regocijarse con la inmundicia que me dejaron, mientras el señor oye bájate de mi nube tiene los cielos a su antojo y placer; el otro tiene el mar a su disposición, ¿Y yo? Yo tengo el poder de limpiar su desastre, porque cuando Zeus manda rayos, truenos y centellas, y Poseidón envía diluvios, huracanes y maremotos, ¿quién limpia semejante desastre? Hades, por supuesto. El Inframundo siempre está listo para recibir su desperdicio.
Tengo el poder de regresar a los muertos, pero no la voluntad de devolver su vida, porque su vida es una mancha oscura y putrefacta en un mundo que debió ser mío desde el principio.
Y así Zeus mandó a su tonta hija a proteger a los humanos de mi poder…
Y así hemos estado lidiando el uno contra el otro en una guerra infinita de era en era, y justo cuando tenía el control de todo, cuando el mundo estaba por ser mío y por fin podría poner mi espada sobre la chiquilla, Poseidón le ayuda…
Así es, mi propio hermano, el hermano que después de todo me ha traicionado desde el principio. El hermano que usa un cuerpo mortal cuando le place y cuyo recipiente estuvo a punto de casarse con la Athena de esta era en su forma humana como Saori Kido.
Agh… qué pérdida de sentido común. Cuánto desprecio a los humanos, sus vidas, sus patéticos sentimientos, sus lágrimas falsas y su hipocresía.
No me place, ni me complace habitar en el castillo Heinstein, después de todo Pandora también me traicionó. No me importa el convenio al que llegamos con Athena para dejar que sus caballeros y todos los demás tuviesen una segunda oportunidad, incluso los míos, mis fieles vasallos; cumplí mi parte del acuerdo y es mi voluntad volver a los campos Elíseos donde no habrá estúpidos humanos que mirar con sus errores y ridículas promesas vacías. Eso no es para los Dioses. No lo es para mí.
Dejaré que mis espectros hagan lo que quieran mientras puedan, después de todo son ellos los que comparten la inmundicia conmigo, y los que realizan el trabajo sucio que ni Zeus ni Hades pueden hacer. No tienen el valor de hacerlo. Así es, ninguno de los dos posee el coraje para ensuciarse las manos.
Volveré a los Campos Elíseos ahora donde ningún mortal podrá interrumpir mi quietud.. -
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"Supongo entenderéis que no puedo ofreceros mas de lo que vuestras decisiones trajeron como consecuencia."
Un golpe bajo. Eso había sido.
O un reto, parecía más ¿Se lo merecía?
Según Poseidón: No.
Aquella mañana de abril no había rastros de Julián Solo en ese cuerpo mortal. Poseidón que había retornado a su recipiente luego de firmada la paz era quien ocupaba su lugar y eran sus ojos del azul del mar insondable los que tenían en la mira el Castillo Heinstein.
El hogar en la tierra de su querido hermano mayor.
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Fue bastante sencillo manipular la rutina de Julian para conseguir mi propósito, otra vez.Un hombre ocupado, humano de negocios con poder adquisitivo como él lamentablemente es esclavo del tiempo y del papel, su vida está escrita en un cuaderno, literalmente, y solo bastó un cambio en su apretada agenda para que se desplazara a mi conveniencia. Fue así como acabamos aquí en Alemania, él cree que tiene que encontrarse con otro de su misma cepa pero la única realidad aquí es que quien tiene asuntos que resolver no es él, soy yo.
Mi llegada a ese solitario Castillo en la colina se acerca. No anuncié la fecha de mi llegada dadas las impertinencias de Hades en su amable misiva que casi se traga Hermes después de que la leí, no merece más que mi humilde aviso al momento de cruzar su puerta.
Y así fue, cuando por fin la tuve en frente. ¿Tocar? Innecesario. Esas costumbres se las dejo a Julián. Entré por la puerta principal ignorando los balbuceos del escuálido soldado esqueleto índigno de mis explicaciones, sujetando sus sucias solapas, todavía pretende mantener la frente en alto ante mi presencia. Debería de sentirse afortunado de ser tocado por un Dios. De ser aplastado por el cosmos de un Dios.
- Llama a tu señor. Su hermanito quiere saludarlo- corrió espantado en el momento que lo solté, tropezando con sus propios pies. De mi, ahora solo quedaba esperar por la “cálida" bienvenida de Hades.SPOILER (click to view)Hola bella. Lo prometido es deuda. Espero que sea de tu agrado y que hayas disfrutando de tus vacaciones. 😊. -
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En la recta final a los preparativos que me han de devolver a los Campos Elíseos recibí una sorpresiva carta de mi hermano Poseidón, el Dios traidor de los siete mares, el amo y emperador del engaño y la tiranía. Sus palabras fueron concretas desde un inicio, tal y como yo lo había esperado de un hijo de Cronos. No obstante me apesadumbra descubrir que mientras yo vivo en la zozobra y el luto por mí derrota, el goza no sólo con la dichosa paz pactada entre los Dioses, si no también con ese cuerpo mortal al que usa cual marioneta.
Qué soberbio, y qué soberano imbécil es este hermano mío. La memoria falla mientras habla de la guerra y de los sucesos que nos han mantenido distanciados por milenios, cuando es él quien me ha traicionado.
"Los sucesos de las guerras ciertamente no nos han favorecido mucho en ese aspecto"
¿Estás de broma, Poseidón? ¿Sois realmente vos hablando de favorecimientos? ¿¡Vos?!
¿No habéis sido vos el que tomó partido la última vez en favor de ella?
Por nuestra madre Rea, no me vengáis con tales palabras, que sólo leerlas me provoca estrujar el papel entre mis dedos.
"Quisiera aprovechar esta paz que hemos acordado entre todos y mi potestad sobre este cuerpo físico para pedirte una oportunidad de un encuentro."
¡Por supuesto, hermano mío! ¡Vamos a reunirnos ya! Trae tu tridente y yo sacaré mi espada, y resolveremos esto de una vez por todas.
"La libertad que nos da este acuerdo no debería desaprovecharse y nosotros ciertamente tendremos mucho de que hablar después de tantos años."
Hablar es lo que menos necesito. Tú fétida sangre mortal es lo único que he añorado desde que sentí tu cosmos irrumpiendo en el Inframundo durante aquel eclipse.
"Aunque no dudes en que te visitaré pronto de todas formas."
No importa si me niego o no, ¿cierto? Habéis decidido provocar mi cólera desde el mito, y habéis decidido tentar vuestra buena suerte con esta invitación. Pues bien, Poseidón, tenemos muchísimo de qué hablar. Y por Cronos, Rea y todos los titanes que lo haremos finalmente.
Responderé vuestra carta, y esperaré que os digneis a cumplir la amenaza, así llegue el final de los tiempos.
~×~×~×~×~×~×~×~
A pesar de la misiva y mi invitación poco amable para el traidor, Poseidón se hizo desear, alargando mi permanencia en el mundo mortal y sobretodo en el castillo.
Pensé que por algo una de mis hijas era la Diosa de la venganza, y con justa razón si a la cuenta del emperador marino comenzaba a sumarle deuda tras deuda por cada día que me mantenía convicto en el castillo; únicamente porque su cuerpo mortal no podía pisar los Elíseos, y porque realmente quería romperle la sonrisa a cualquier costo, incluso si este era sufrir un poco.
Finalmente, y después de una amplia espera, el tempestuoso Dios finalmente arribó al castillo. Su presencia imponente y eterna rompió la barrera que cubría el castillo, y que solamente afectaba a los caballeros o marinas. Sabía que para él no significaba nada, y aunque la cortesía no era su fuerte, admito que esperaba un poco más de respeto.
Me acomodé en el amplio y largo sillón de una frondosa sala de estar en la mansión para dirigirme a él mediante el cosmo.
—Veo que aún conserváis vuestros modales…— Mi voz impostada viaja hasta a él, desde la posición dentro de la mansión donde me encuentro, porque claro que no iré personalmente a recibirle, pero con mi voluntad le abro la puerta y le indico con el cosmos el camino que debe seguir hacía el interior de la mansión—. Vamos. Dejad los juegos para después, hermano mío, y venid hacia mí— Casi puedo saborear el momento cúspide de nuestro encuentro, para el que deberé tener paciencia—. Quiero contemplar al pobre infeliz que habéis elegido esta vez… ¿Cómo es? ¿Castaño, joven, vigoroso, hermoso? ¿Se trata de una mujer otra vez?— No puedo dejar de recordar a la joven que ocupó en la anterior guerra santa. Su rostro no me era conocido, pero en palabras de Radamanthys era delicada y débil; y por supuesto me divertía recordárselo ya que sabía de sobra que su recipiente esta vez era un joven de unos veintiún años aproximadamente—. Persefone era hermosa, ¿Os acordáis de ella? Vuestra Arfitrite podría envidiarle todos sus dones, destino y cualidades, ¿Compartís mi pensamiento?.SPOILER (click to view)Mis vacaciones no fueron lo mismo sin ti ♡ meine liebe.
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