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Santo de Bronce
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Para ser sincero nunca habían sido demasiado cercanos, pero debía admitir que saber que el caballero de virgo había regresado de su viaje era en primer lugar un alivio y en segundo una causa de cierto nivel de seguridad para su persona. No porque pensara que podían atacar el Santuario (otra vez), sino porque tal como le pasaba con Mu le causaba inquietud no saber por qué caminos estarían transitando sus compañeros, si necesitarían ayuda, consejo, o un hombro amigo en el que llorar.
Con Shaka era igual a pesar de lo poco que se habían tratado, y que a veces le parecía un tanto egocéntrico y soberbio. Tal vez porque el guerrero de largo cabello dorado tenía un poder que asustaba incluso al resto de los caballeros dorados, o porque en su momento había lidiado con Saga, Camus y Shura al mismo tiempo. Aldebarán no sabía, pero lo más probable era que su personalidad humilde no se complementara especialmente bien con la ajena; mas eso no le impediría pasar por el sexto templo a saludar con algunos dulces que había hecho. Esos que solía repartir a todos sus compañeros y no dejaba que nadie viera cómo los hacia ya que lo pondría nervioso, una de las pocas cosas con las que no trabajaba bien bajo presión.
—Shaka—los ojos marrones del guardián de la segunda casa pasearon por el templo, imaginando que el contrario estaría meditando o 'meditando', como Mu a veces decía para insinuar que el rubio estaría durmiendo. Negó con la cabeza soltando una suave risa para dirigirse a la sala donde se encontraba una mesa pequeña de madera, dejando sobre ella la caja color verde con los dulces dentro antes de continuar buscando al guerrero de virgo.
Solo porque su corazón era débil, y en época de paz quería que todos estuviesen tan tranquilos como se pudiera, había decidido intentar una receta del país natal del otro dorado, preparando especialmente un postre Kaju Barfi que, rogaba él, le acercara un poco más a un compañero con el que casi no tenía oportunidad de hablar.
—¿Shaka? Ah bueno, supongo que si no estás de ánimos para recibir visitas me voy por donde vine...
Aldebarán se encogió de hombros tomando por respuesta el cosmos tranquilo de su compañero, dándose la vuelta para volver hacia la entrada del templo de virgo.
Perdón la demora, espero te guste  |
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3 replies since 30/8/2017, 04:31 337 views
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